En los amaneceres equinocciales (primavera y otoño), el sol se
alinea con el corredor del dolmen de Viera y su luz invade el interior durante
unos minutos.
Un fenómeno espectacular, digno de observar y que tiene lugar sólo dos veces al
año, constatándose este hecho y muy poco lugares del mundo
El próximo miércoles, 20 de marzo, se abrirá excepcionalmente a las 7:15 horas
para observar dicho acontecimiento (imprescindible reservar por razones de
aforo).
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